Título: La sombra de Ender
Autor: Orson Scott Card
Editorial: EdicionesB
Publicación: 2000
ISBN: 9788440698285
Nº de páginas: 416
Precio: 19,23 €
Book Depository
Reseña editorial: Ender no era el único niño en la Escuela de Batalla, sólo el mejor entre los mejores. Bean, un ser prácticamente tan superdotado como Ender, verá en éste a un rival, pero también a un líder irrepetible. Con su prodigiosa inteligencia obtenida por manipulación genética, Bean ve y deduce incluso lo que Ender no llega a conocer. Lugarteniente, amigo, tal vez posible suplente, Bean nos muestra el trasfondo de lo que ocurría en la Escuela de Batalla y que, tal vez, el mismo Ender no llegó a saber.
Atención, a partir de aquí la sección puede contener SPOILERS
Desvarío espacial
Cuando estas navidades fui a la Biblioteca de mi ciudad (Guadalajara) para recoger a mis dos pequeñas bibliófilas (es en serio, uno de los principales castigos para mi gótica adolescente es prohibirle su visita semanal para reponer suministros sangrientos a sus inocentes ojos ¬¬), fui incapaz de resistirme a dar una vuelta por la sección de adultos (y adultos no significa cochinadas, mal pensadas!)... de ahí pasé a Ciencia-Ficción... y cuando salí me encontré con 3 ó 4 tochos en los brazos. Por una vez fui responsable... (¡Ja! Porque si hubieran sido para comprar no me hubiera podido resistir) y calculé el tiempo de préstamo y mis posibilidades, y me llevé sólo dos. Uno fue, impepinablemente, este libro que no había conseguido encontrar en tiendas, y que me he tragado, devorado, osmosizado en pocos días. Una de mis ventajas, obviamente, era haberme leído previamente El juego de Ender. Una de mis desventajas, claramente, es que es tan absorbente como aquel, O.O.
Confieso que le tenía ganas al librito, pero que también me daba pereza y cierto miedo el que no me gustara tanto como su predecesor. Nada más lejos. Card mismo confiesa en el prólogo que concibió este proyecto para que fuera escrito por otro novelista, debido a su falta de tiempo, pero que una vez reunidos los dos y metidos en faena, le dió una envidia enorme lo de que el otro lo escribiera (toma ya madurez y saber estar) y donde dije digo digo Diego, y esto es mío y no te lo dejo, porque soy como Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, jajaja. Se disculpa públicamente con el pobre Neal Shusterman, al que promete otra colaboración en algún momento del futuro lejano, y ya está.
También deja muy claro Card que no se debe ver como una secuela del primero, ya que cronológicamente transcurre a la vez, es sólo... otro punto de vista. Y confieso que consigue lo que parecía imposible: que guste casicasi tanto (pero un casi minúsculo, infinitesimal) como El juego de Ender. Para hacerlo se saca un truco de la manga, utilizar a una de las figuras más carismáticas del anterior libro, Bean, alias "el enano". Aquí yo empezaba a dudar sobre si tragarme otra vez todo el entrenamiento, las batallas... pero Card nos saca del cuadro pintando una infancia sobrecogedora, que nada tiene que ver con la familia WASP de Ender.
Bean aparece en las calles de un Rotterdam futurista y espeluznante, abierto totalmente a la inmigración de todo el planeta y con los problemas que ello conlleva. Las calles están plagadas de niños abandonados que se organizan en pandillas para poder sobrevivir. Entre estas pandillas está la de Poke, una niña superviviente y generosa que admite y le da un nombre al extraño bebé a punto de morir de inanición que le sugiere prácticos consejos para sobrevivir a los matones infantiles que dominan su mundillo. Gracias a Bean, a Poke y a Aquiles, la pandilla se transforma en una "familia" que llama la atención de las autoridades y les hace estudiar su comportamiento. Y del resultado de esos tests salen cosas sorprendentes...
(Aquí he de decir que el personaje de Sor Carlotta me parece totalmente estereotipado. Puede ser cualquier monja de cualquier película yanqui. Buena, fuerte, cabezota y en el fondo llena de amor por sus niños. Me han educado monjas, sé de lo que hablo, hay tantos tipos de monja como personas detrás de la cofia ¬¬)
Un superdotado Bean se ve trasladado fuera de su mísero mundo (que es el único que conoce) y transportado a la Escuela de Batalla en un viaje que es una parodia del de Ender. Pero una vez en la Escuela vemos la diferencia de personalidades. Ender sabía para lo que estaba allí, y aplicaba todo su genio y su ingenio en demostrar su valía. Bean se ha criado en las calles, dónde sabes que lo más importante es conocer el terreno y tener SIEMPRE una vía de escape. No cede un ápice, no le interesa quedar como un buen alumno hasta que no comprende todos los entresijos del sistema que le ha llevado allí, qué es lo que quieren sus profesores y qué obtendrá él de ellos. Así Card nos saca la espinita y nos explica cómo es la toma de decisiones del profesorado más allá del sadismo que nos horrorizaba en el primer libro. Aquí se explica cada por qué. Y a veces, la mayoría, lo deduce Bean solito sin ayuda de nadie.
En cuanto a la relación de los protagonistas de los dos libros... no es tan sencilla como nos la pintaron. Bean llega a la Escuela cuando Ender ya es una Leyenda allí. Sin saberlo, su espíritu competitivo le hace verle siempre como un rival, hasta que consigue acercarse lo suficiente a él como para comprender... ¿Pero qué estoy haciendo? Léanlo y descubran qué es lo que comprende Bean, jajaja!!!
Autor: Orson Scott Card
Editorial: EdicionesB
Publicación: 2000
ISBN: 9788440698285
Nº de páginas: 416
Precio: 19,23 €
Book Depository
Reseña editorial: Ender no era el único niño en la Escuela de Batalla, sólo el mejor entre los mejores. Bean, un ser prácticamente tan superdotado como Ender, verá en éste a un rival, pero también a un líder irrepetible. Con su prodigiosa inteligencia obtenida por manipulación genética, Bean ve y deduce incluso lo que Ender no llega a conocer. Lugarteniente, amigo, tal vez posible suplente, Bean nos muestra el trasfondo de lo que ocurría en la Escuela de Batalla y que, tal vez, el mismo Ender no llegó a saber.
Atención, a partir de aquí la sección puede contener SPOILERS
Desvarío espacial
Cuando estas navidades fui a la Biblioteca de mi ciudad (Guadalajara) para recoger a mis dos pequeñas bibliófilas (es en serio, uno de los principales castigos para mi gótica adolescente es prohibirle su visita semanal para reponer suministros sangrientos a sus inocentes ojos ¬¬), fui incapaz de resistirme a dar una vuelta por la sección de adultos (y adultos no significa cochinadas, mal pensadas!)... de ahí pasé a Ciencia-Ficción... y cuando salí me encontré con 3 ó 4 tochos en los brazos. Por una vez fui responsable... (¡Ja! Porque si hubieran sido para comprar no me hubiera podido resistir) y calculé el tiempo de préstamo y mis posibilidades, y me llevé sólo dos. Uno fue, impepinablemente, este libro que no había conseguido encontrar en tiendas, y que me he tragado, devorado, osmosizado en pocos días. Una de mis ventajas, obviamente, era haberme leído previamente El juego de Ender. Una de mis desventajas, claramente, es que es tan absorbente como aquel, O.O.
Confieso que le tenía ganas al librito, pero que también me daba pereza y cierto miedo el que no me gustara tanto como su predecesor. Nada más lejos. Card mismo confiesa en el prólogo que concibió este proyecto para que fuera escrito por otro novelista, debido a su falta de tiempo, pero que una vez reunidos los dos y metidos en faena, le dió una envidia enorme lo de que el otro lo escribiera (toma ya madurez y saber estar) y donde dije digo digo Diego, y esto es mío y no te lo dejo, porque soy como Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como, jajaja. Se disculpa públicamente con el pobre Neal Shusterman, al que promete otra colaboración en algún momento del futuro lejano, y ya está.
También deja muy claro Card que no se debe ver como una secuela del primero, ya que cronológicamente transcurre a la vez, es sólo... otro punto de vista. Y confieso que consigue lo que parecía imposible: que guste casicasi tanto (pero un casi minúsculo, infinitesimal) como El juego de Ender. Para hacerlo se saca un truco de la manga, utilizar a una de las figuras más carismáticas del anterior libro, Bean, alias "el enano". Aquí yo empezaba a dudar sobre si tragarme otra vez todo el entrenamiento, las batallas... pero Card nos saca del cuadro pintando una infancia sobrecogedora, que nada tiene que ver con la familia WASP de Ender.
Bean aparece en las calles de un Rotterdam futurista y espeluznante, abierto totalmente a la inmigración de todo el planeta y con los problemas que ello conlleva. Las calles están plagadas de niños abandonados que se organizan en pandillas para poder sobrevivir. Entre estas pandillas está la de Poke, una niña superviviente y generosa que admite y le da un nombre al extraño bebé a punto de morir de inanición que le sugiere prácticos consejos para sobrevivir a los matones infantiles que dominan su mundillo. Gracias a Bean, a Poke y a Aquiles, la pandilla se transforma en una "familia" que llama la atención de las autoridades y les hace estudiar su comportamiento. Y del resultado de esos tests salen cosas sorprendentes...
(Aquí he de decir que el personaje de Sor Carlotta me parece totalmente estereotipado. Puede ser cualquier monja de cualquier película yanqui. Buena, fuerte, cabezota y en el fondo llena de amor por sus niños. Me han educado monjas, sé de lo que hablo, hay tantos tipos de monja como personas detrás de la cofia ¬¬)
Un superdotado Bean se ve trasladado fuera de su mísero mundo (que es el único que conoce) y transportado a la Escuela de Batalla en un viaje que es una parodia del de Ender. Pero una vez en la Escuela vemos la diferencia de personalidades. Ender sabía para lo que estaba allí, y aplicaba todo su genio y su ingenio en demostrar su valía. Bean se ha criado en las calles, dónde sabes que lo más importante es conocer el terreno y tener SIEMPRE una vía de escape. No cede un ápice, no le interesa quedar como un buen alumno hasta que no comprende todos los entresijos del sistema que le ha llevado allí, qué es lo que quieren sus profesores y qué obtendrá él de ellos. Así Card nos saca la espinita y nos explica cómo es la toma de decisiones del profesorado más allá del sadismo que nos horrorizaba en el primer libro. Aquí se explica cada por qué. Y a veces, la mayoría, lo deduce Bean solito sin ayuda de nadie.
En cuanto a la relación de los protagonistas de los dos libros... no es tan sencilla como nos la pintaron. Bean llega a la Escuela cuando Ender ya es una Leyenda allí. Sin saberlo, su espíritu competitivo le hace verle siempre como un rival, hasta que consigue acercarse lo suficiente a él como para comprender... ¿Pero qué estoy haciendo? Léanlo y descubran qué es lo que comprende Bean, jajaja!!!
1 comentarios:
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http://www.bookdepository.com/La-sombra-de-Ender-Enders-Shadow-Orson-Scott-Card/9788498725919
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